Hola chicos, ¿qué tal? ¿Cómo va la semana?

En este episodio del podcast de nuestro podcast

voy a tocar un tema que es un poco serio, muy serio

y en fin, de vez en cuando hay que hablar de cosas

series, de cosas un poco tristes y dolorosas, ¿vale? Entonces bueno, este episodio va a ser de ese tipo,

voy a hablar de algo de la historia de España, ya sabéis que a veces hablo sobre tema relacionados

con la historia de España, con la historia reciente de España, porque creo que es importante conocer lo que ha pasado en nuestro país, en España, para entender la sociedad de hoy,

y eso yo creo que cuando estás aprendiendo a un idioma es importante, ¿vale? Bueno, entonces hoy

voy a hablar de José Antonio, de mi amigo... Bueno, no era, no era realmente

un amigo, alguien que conocía. Recuerdo que la última vez que vi a José Antonio fue

el año 1985. Yo acababa de empezar a estudiar psicología en la Universidad de Granada y estaba tomando

una caña en un bar de tapas con una chica de la facultad. Él entró en el bar y apenas

me vio vino a saludarme, sonriendo con la mano extendida. Yo se la estreche, sin levantarme de la silla.

Me pareció que estaba contento.

José Antonio y yo no éramos amigos ni siquiera vivíamos en el mismo barrio,

pero nos conocíamos porque íbamos al mismo colegio

y a los dos nos gustaba el baloncesto. Él era dos años menor que yo y no estábamos

en la misma clase, pero de vez en cuando jugábamos juntos, aunque yo era mayor tenía que reconocer

que José Antonio era bastante más alto y jugaba mucho mejor. De hecho, a él los seleccionaban siempre para participar en el

equipo del colegio cuando había campeonatos extraescolares. A mí nunca. Con eso queda todo dicho.

A José Antonio se le daban bien todas las actividades físicas y deportivas, no solo el baloncesto. No creo que sacara muy buenas notas

en las otras asignaturas, pero en educación física era siempre el primero de la clase.

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