El martes 9 de enero a las 2 de la tarde, el canal TZ Televisión estaba transmitiendo

su programa habitual desde Washington, en noticiero del mediodía.

En el video se ve como la presentadora da el paso a su compañera inquito. La periodista

aparece brevemente en la pantalla,

alcanza decir unas pocas palabras y luego desaparece. Todo parece un simple error técnico.

Aquí en el país compañeros, amigos, previentes, ustedes continúan con más en estudios muy buenas tardes.

Después, de la nada aparece otro periodista que dio paso al estudio. Pero cuando las

cámaras volvieron a enfocar el plato,

los presentadores del noticiero ya no estaban

y la transmisión estaba totalmente en silencio.

Acto seguido, se empezó a escuchar esto.

El país se dio cuenta en tiempo vivo por televisión que se había tomado el canal por pandas criminales.

Ella es Samantha Smith, corresponde en Sudamérica para el Washington Post. Junto con un colega,

Samantha reconstruyó lo que pasó para una investigación que publicó el post hace algunos días.

Un reportaje que cuenta cómo la rebelión de bandas del narco se fue ecuadora un momento de

quiebre.

Hombre es encapuchados, armados que estaban tomando reenes en el estudio de uno de los programas

de noticias más importantes del país. Cuando todo el país estaba viendo el noticiero, comiendo

el almuerzo e incluso algunos oficiales importantes centraron de las noticias no por inteligencia,

no por llamadas, pero por televisión en vivo.

Ese día, Samantha estaba en Bogotá y al enterarse de lo que estaba pasando, lo primero

que hizo fue llamar a su colega Arturo Torres, que estaba inquinto.

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