Buenas, llegan los Olímpicos 2024, yo siempre he sido una gran, gran seguidora de los

Olímpicos y del espíritu de las olimpiadas, porque es lo único que hacemos donde se habla

de la paz, del deporte, de la convivencia, de la excelencia, en medio de contextos bélicos

y terribles. Los Olímpicos siempre son una tregua para hablar de las maravillas, de la gimnasia,

de los clavados, de la jabalina, de la garrocha, de todas las cosas maravillosas que la humanidad

produce en el espíritu que los griegos nos enseñaron durante tanto tiempo.

Nosotros hicimos un programa sobre los Olímpicos que ustedes pueden revisitar,

lo hicimos para RTVC Play, entonces ustedes lo pueden revisitar ahí, pero estas

olimpiadas son especiales, primero porque son realmente las primeras

olimpiadas después de la pandemia, porque el pobre Japón que estaba preparado para la

grandeza le tocó enfrentar la pandemia y aplazar la solimpiedad durante un año y tratar

de hacerlas sin gente, porque todavía recuerden, eso hace tres años y no cuatro como es la

periodicidad de los Olímpicos, porque en el año de la pandemia se cancelaron y se pudieron

hacer al siguiente año. Este año, Francia, nos dio el espectáculo más impresionante del mundo

y vamos a analizar alguno de los aspectos históricos y culturales y literarios y poéticos

de lo que fue la inauguración.

Francia es uno de los pilares de esa construcción cultural que nosotros llamamos Occidente,

que se la inventaron más o menos ellos, los ingleses, los italianos y los alemánes

y más adelante terminaron haciéndola a los Estados Unidos, eso digamos es como el

paquete, digamos, el occidente PAK, es más o menos eso, es cierto bueno, esta gente

se inventó occidente en una buena medida y eso no lo recordaron durante la inauguración.

La inauguración primero mostró a París la Ciudad Luz, la París de la Bele Poc, que

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