Vamos a empezar con Jorge Hernandez,

a scapo salco muy joven el Don Jorge doctor.

Bien, buenas noches.

¿Todo bien por allá por a scapo?

Sí, por la noche.

Perdón, perdón.

Pinta la noche, por la noche, por la noche.

Oh, jala y no, eh.

Oh, jala y hay acuentos historias,

pero, ¿verdad, tremendas? ¿Para qué eso de la tranquilidad? muy tranquila. Ojalá y no, eh, ojalá ya cuentos historias, pero

verdad tremendas para que eso de la tranquilidad pase a segundo

terreno. Me he querido, doctor, mucho gusto. Vamos a escuchar la

historia. ¿Qué pasó? Claro, sí. Me de esto sucedió en el estado de

Tabasco. Sí, un poquitito, Doctoré, doctor. Un poquitito más de volumen en

a la voz. Clar, claro. Ahí está. No, me la vayaba. En el que no estoy acostumado a hablar

mucho en realidad. No voy a hacerlo. Siempre hay una primera vez. Sí, esto sucedió en

el estado de Tabasco, donde estoy originario. Cuando yo en la ciudad tengo cuatro años viviendo, la vine acá a estudiar y a trabajar muy bien.

En ese entonces yo era en temedicina pero era paramédico, paramédico voluntario de la roja.

Eso sucedía entre el 2003 y 2004. por viajas son las voy a no voy a decir el nombre del paramédico con el que

vivía esto porque por respeto incluso esto lo llevó o lo río

aprecisamente dace de baja de la cruja

tanto así

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