¡Buenas! Hoy, efectivamente, vamos a tumbar el muro de Berlín.

Y, al tumbar el muro de Berlín, vamos a terminar la serie de todos estos capítulos de la Europa del Este,

que hemos estado haciendo en el año 9. Pero también la serie de todos los aniversarios del año 9,

que incluye los tres capítulos de la llegada de la humanidad a la luna, que incluye los tres capítulos

de Woodstock, que incluye el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, todo eso y los de la revolución francesa,

todo eso era parte de este año 9, que ha transformado la humanidad en tantas formas.

Y dentro de toda la serie del año 9, estábamos en la parte de la Europa del Este.

Entonces, nos habíamos tenido que ir hasta Polonia, porque el muro no cayó ni en un día ni en una noche,

aunque hubiera caído en una noche.

Nos tuvimos que ir hasta Polonia, porque fue la rabia de los Polacos,

la que inició la chispa, que acabaría con la cortina de hierro.

Nos tuvimos que ir hasta donde los húngaros, porque fueron en los alicates y las alambradas

que los húngaros cortaron en el picnic pan europeo, las que iniciaron la caída física,

de esa gran alambrada que separaba las dos Europas durante toda la guerra fría.

Nos tuvimos que ir a Praga, porque el centro político.

De lo que se dirimía aquí y las preguntas que aún no hemos respondido acerca de los dos sistemas

que han manejado nuestras referencias del mundo durante los últimos dos siglos,

se dirimieron en Paraga, con el socialismo con rostro humano y posteriormente con la revolución de terciopelo.

Nos tuvimos que ir hasta Praga, porque primero se fueron los alemanes que estaban de vacaciones

en un gría y aprovecharon el desorden y se pisaron.

Luego, al pasado por Austria, porque se han cortado los alambradas.

Pero la verdad que para Checos do Bakiya era para el único país que no se enjeitaba viza,

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