Es Martes, hablando de la visita

de la Secretaria de Seguridad Nacional Cristinoem a El Salvador y del juicio a Jair Bolsonaro Bolsonaro por planear un golpe de estado para derrocar al Ula da Silva.

Hablaremos también de Utah y la prohibición del flúor en el agua potable. Y, por último,

de la rana rena, quien dará un discurso para los graduados de la Universidad de Maryland?

Muy bien, María. Para la segunda parte del programa, les tenemos más acontecimientos

relacionados a América Latina. En el diálogo gramatical, lusterémos ejemplos de the uses of the imperfect.

Cerraremos la misión, explorando el uso de la frase, poner toda la carne en el asador.

¡Excelente, Jesús!

Y sin más demoras.

¿Qué empiece el programa.

La Secretaría de Seguridad Nacional visita el Salvador. Cristinoem, la Secretaría de Seguridad Nacional de Estados Unidos, visitó el Salvador la semana pasada. Noem estuvo con el presidente Najib Bukkele, quien ha ofrecido

espacio en sus cárceles de máxima seguridad para recibir prisioneros de otros países.

La Secretaria Noem grabó un video en el centro de confinamiento del terrorismo,

a donde Estados Unidos envió recientemente a 238 ciudadanos venezolanos acusados de ser

parte de organizaciones criminales.

La funcionaria dijo que traer criminales a esta mega prisión creada por buquelle

es una de las opciones que tienen para aquellos que entran a nuestro país ilegalmente. Donald Trump ha prometido la deportación más grande

de la historia del país. Resientemente utilizó una vieja norma para expulsar extranjeros rápidamente que le permitió enviar a los venezolanos a el Salvador. La norma se encuentra ahora

bloqueada por una corte y el gobierno ha recibido duras críticas por usarla. Amnistía internacional ya ha mostrado lo que es la vida en las mega prisiones de buquele.

Miles de personas asinadas, sin mantas ni existencia médica, siendo tratadas como animales. La decisión de Estados Unidos de enviar prisioneros allí no tiene precedentes y tampoco tiene lógica.

Es como una forma de admitir que los derechos básicos de los seres humanos le importan poco. Porque estos criminales y terroristas, a duras penas, son humanos para ellos.

Pero el problema está en que no sabemos siquiera si son criminales. Son personas detenidas sin una audiencia ni pruebas que confirmen sus lazos con el crimen organizado.

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