El mensaje de hoy está entre aquellos que alguna vez prediqué y tiene un lugar muy especial

en mi corazón, es el último mensaje que yo le predicaría a mis nietos, si tuviera

que predicar un último mensaje y todavía mi mente sobre vida, mi cuerpo y todavía estoy

bien, creo que este sería el último mensaje porque fue al más uno de los primeros,

pensé que no había mejor ocasión que el día del padre para recordarlo y traerlo

a colación. Aquellos que alguna vez crecimos en alguna congregación, en alguna iglesia dibujando

garabatos en el banco, pintando, dibujando los imnarios, creo que tuvimos un momento donde algún

predicador nos impactó por primera vez. En aquel entonces no había escuela dominical donde los

niños se los enviaba a otro sitio, teníamos que extrair y nos aburríamos la gran mayoría

de las veces hasta que alguna vez alguien nos tocaba. Pientras decenas de sermones aburridos,

siempre hay unos que llaman nuestra atención como adolescentes, en mi caso. Yo recuerdo ese momento,

en mis tiempos de adolescentes no había invitados que llegaran a la congregación, uno podía pasarse

toda una vida en el banco de una congregación sin siquiera enterarse que existían otras iglesias

en el resto del planeta. No se lo pensamos que era lo único salvo, digo tanto cielo para

tan poca gente. Aparte del cielo, tenía ya bastante lío para listar sus instalaciones para

nosotros, que damos 53 hermanos santos que nos íbamos a ir al cielo. A nadie se le ocurría que

en el paraíso iban a admitir a extraños de otra iglesia y mucho menos de otra congregación

liberales. Pero un buen día, el pastor Amphitrión, el pastor local tuvo la idea, casi descabellada de

invitar un extraño a traer la palabra. Bueno, extraño para nosotros, supongo que amigo para él,

han pasado casi 45 años y aún me parece verlo llegar, era extremadamente del gadito del caballero,

cargaba un maletín negro con rivetes de acero, un trombón abara y una guitarra criolla,

envuelta en su funda, obviamente. Y antes de exponer su sermón, pidió un sitio para estar

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