Este podcast he traído ustedes gracias a la ayuda del colágeno cual inova y de recarga

rápido.

En la casa no le daban al muchacho mucha bola y en la escuela los más grandes le solían

molestar y el más malo le decía que tenía una pistola y si le contaba sus padres lo iban

a liquidar.

Los amiguitos veían que al chico lo traginaban y aunque su dolor dolía casi nadie lo ayudaba.

Y mientras el chico aguantaba aquella guerra sinle, y en aquel macabro juego le pegaban

donde duele. Y en la casa ni le hablaban sus padres siempre ocupados del trabajo regresaban

horriblemente cansados. El chico nada contaba quizás por no defraudar aquel padre que admiraba y que era un militar.

En su cuarto se encerraba y con un llanto callado mal dormido se quedaba como un pequeño

asustado.

Le gustaba una muchacha, con ojos color a nil, pero ella no le miraba porque era el asme reir.

Él describía mil verso de amor en una libreta y le dibujaba un beso y el pelo con motonetas.

Ese era el mejor momento de su tormentoso día cuando imaginaba un beso de los labios de Lucía.

Y cuando el malo venía, él escondía la libretta,

nadie en la escuela sabía que soñaba ser poeta.

Una tarde sus cuadernos les robaron los catetos

y sintió un horrible miedo que contaran su secreto, los encontró a la salida con su libreta en la mano

gritando aquellas poesías que a nadie había enseñado. Y aquello li vivió la sangre y sin

meditar el hecho la pistola de su padre se la descargó en el pecho y vino la policía

y vino la confusión

y al chico de las poesías

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