Este podcast he traído ustedes gracias a la ayuda del colágeno cual inova y de recarga

rápido. A veces creo que Dios me escucha.

Y siempre me pregunto, ¿cómo puede?

¿Cómo puede ante tantos gritos desesperados de tantos millones de personas?

¿Cómo puede diferenciar mi voz de la tuya,

cómo sabe para quién va a cada deseo, quién merece un castigo,

y en qué se basa para tomar esas decisiones?

Bueno, si empiezo a preguntarme ese tipo de cosas, me van a sacar de restaurando en

donde estoy sentada escribiendo esto ahora mismo.

Tengo que Dios me escucha porque muchas veces pido cosas,

lanzó indirectas desde mi cabeza al universo y ahí a los pocos minutos me cae la solución o la

respuesta que estaba esperando. Y justo esto es lo que me acaba de pasar. Mi hija tiene terapias todos los días y mientras la espero utilizo esas dos o tres horas

de tiempo libre para investigar, idear, escribir o editar mi podcast.

Este podcast.

Les confieso que no tenía muy claro el tema que iba a tocar en el siguiente y me empecé

a frustrar un poco y bueno en la desesperación comencé a pensar que les diría ustedes

los que cada episodio me escuchan y que las más van corriendo a buscar el capítulo más reciente

¿qué justificación me pongo? es viernes y aún no tengo nada

ahi si me llegaron idea pensé y de repente a mi correo del podcast me llega un email que me dibuja la

temática de mi próximo episodio definitivamente Dios me escucha hoy hablaremos de

las personas paz quédate ahí que ya te cuento todo lo que aprendí sobre este tema.

Este espacio ha surgido de mi inmensa necesidad de comunicar todo lo que traigo por dentro. Te invito a seguirme, escucharme, verme y si tengo suerte, te invito a que te quedes conmigo.

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