Buenas, bienvenidos a la segunda parte de nuestro viaje a Sur África, por los caminos

del país de la arcoiris, estábamos en las grandes abanas de Kenia en el

Masai Maral, cada uno de estos pueblos tiene su historia en su gran diversidad, es una

época en que los masai para hacerse adultos tenía que matar a un león, hace mucho tiempo que

está prohibida la casa de leones, pero por parte de los masai, pero los leones no lo saben,

entonces le tienen un miedo a los masaicos a mi eusa, entonces también me llevaron a un al

día masai y me mostrán como viven, y hay una película que también está asociada a estas

historias que se llama la princesa masai, es una historia de la vida real de una mujer suiza que se

fue de vacaciones con su novio, y que es absolutamente enamorada de un masai y se queda, en el último

minuto no pones su maleta en el counter, sino que se devuelve y se queda, iba y busque al

masai y se queda viviendo con él, y van a vivir una historia de amor y ella va a tener una hija con él,

y esto se determina rompiendo por donde uno me lo lo espera, y es porque ella es una suiza y es

una mujer que trabaja y pone una tienda y le va bien y gana dinero y al ganar dinero de ella,

le quita la importancia que él tiene como proveedor dentro de las de un hecho entra en contradicción

con el sistema, y finalmente ellos se terminan separándonos porque les falte el amor, sino porque

finalmente la cultura lo separa, pero es dentro del mayor respeto y dentro del mayor amor, esto fue

llevado al cine, es una novela de la vida real y ella cuenta la historia de su amor con este hombre,

con este guerrero Sanburú, la princesa masai, les cuento los cine, es porque esto está lleno

imaginarios, yo de llevo canciones, llevo películas, llevo un montón de películas en la cabeza mientras

voy viviendo estas historias y montas, tengo todos estos relatos de este guía maravilloso que me

abrió los ojos de la africa, yo le decía empecé a hablar con él, entonces me tenía que hacer en la

parte de atrás del asiento de él estaba conduciendo, en el asiento atrás y le dije, oigan, no, yo no

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