Buenas, continuamos con nuestro viaje por las tierras piquindas.

A partir de Vic, lo que viene es lo desconocido. Lo que viene es lo que tantas veces me preguntaba qué seguiría después de eso.

Después de ese punto en que me tenía que devolver del bus y sentía que todo un universo se me quedaba atrás por conocer, por imaginar, por narrar, por andar.

Y eso fue lo que hizo que durante tres años intentara regresar. Así que estábamos al punto de retorno que es conocer lo que pasa de ahí en adelante.

Todo lo que pasa de ahí en adelante, después de la erupción del agua, es que esa noche vamos a ir a un hotel.

En Islandia hay muchos lugares que quedan cerca de ninguna parte. Hay muchos lugares que quedan en un gran aislamiento y eso es bastante común.

Por qué? Bueno, primero hemos contado que son 350 mil, pero es que los territorios son girmos, agreses, grandes, no son territorios fácilmente habitables por comunidades y no lo están.

Si uno pasa mucho tiempo en el camino con lugares en donde se ve una casita y no se ve nada más, se es solamente la montaña de hielo que está detrás de la casita o de dos casitas máximo.

Hay como mucha gente viviendo en aislamientos muy grandes y que han vivido así durante siglos. Entonces de pronto dicen que faltan cinco minutos para llegar al hotel.

Me comenté Juliana y se ver cómo van a faltar cinco minutos para llegar al hotel. Si no se ve nada, de nada, de nada. Esto no se ve nada.

Pues porque lo te quedaban a nada. No había nada de nada de nada, de nada cerca.

Un hotel por ahí, en alguna parte, en ninguna parte, pues como no quedaba en ninguna parte, como no había nada, de nada, de nada.

En ningún lado, eso no tenía ningún vecindario ni nada.

Ahí fue que vimos, en mi caso, por segunda vez, que ya es un privilegio demasiado magnánimo y maravilloso de la vida.

Y el grupo, por primera vez, aquello que habíamos soñado ver las auroras boreales.

Esa noche las auroras boreales se vieron.

Ya para ese momento la gente tiene aplicaciones y las aplicaciones están mostrando la visibilidad de auroras en esa noche.

Teniendo en cuenta que la visibilidad no depende tanto de que ellas estén en un negociero porque están en el cielo, sino de las nubes del nivel de nubosidad.

Porque como también es un tiempo en el que está yo viendo y en el que está nevando.

Entonces se neita una noche muy despejada para que las luces se puedan ver, las luces boreales, las auroras, lo que significa también que es una noche muy fría.

Porque las temperaturas son bajísimas cuando tú estás viendo la aurora, las temperaturas son increíblemente bajas.

Y eso produce una euforia, produce una alegría, están magníficos ese espectáculo de la naturaleza.

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