Buenas, con motivo del retorno maravilloso, esperado y anhelado de la Feria Internacional

del Libro de Bogotá, una de las más importantes de América Latina después de la de Guadalajara

y la de Buenos Aires. Pues estamos muy felices, muy felices porque estamos volviendo a ver

unos rodeados de libros físicos de grandes pavellones, de autores y de historias y así a

tres años no podíamos tener esta posibilidad por la pandemia global, otros de los que quedaron

también castigados fueron las posibilidades de la Feria del Libro.

Entonces como albricia, como celebración, como alegría, vamos a hacer una historia del libro,

vamos a hacer un homenaje al libro y para hacer esto vamos a tomar prestadas las palabras

maravillosas que ahora existen y no existían antes porque son recientes de la maravillosa y

fantástica Irene Vallejo y su increíble relato del infinito en un junco, vamos a contar un

poco historias de cómo aparecieron y de cómo ella los ver retratados en la antigüedad y en el

presente con una maestría verdaderamente increíble. Entonces empezamos por los viejos y antiguos

rincones de Mesopotamia, donde las tablillas, Cune de Informes tenían esta forma de pequeñas tablillas

de barro del tamaño de una mano y sobre ellas había escritos trazos rectos porque no era

posible dar la curva sobre las tablillas y ahí teníamos la leyenda de Gilgamesh, el inmortal,

la primera leyenda humana que conocemos hasta el momento, la diosa Ishtar se enamoró de él y

Gilgamesh no se enamoró de ella y le hizo un desaire y hace desaire a las diosas siempre traer

terribles consecuencias. Entonces ella se vengo sobre su amigo Eoki Diu, al que no inoculo un veneno

cuya planta y antidoto era realmente difícil de encontrar lo que llevaría Gilgamesh a una travesía

verdaderamente enorme para encontrar la planta de la inmortalidad cuando él llega su amigo ha

muerto pero él queda inmortal y la inmortalidad no resulta siendo alagadora para Gilgamesh que verá

a ver morir a sus amigos, morir los tiempos que vivió los tiempos que amó se va a sentar como en el

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